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Three Towers in the Summer Project

David Palmada, Pelut, tras un plan fallido de pasar el verano en Yosemite, decide dejarse arrastrar junto a su amigo Samba por los cantos de sirena del desierto, y una vez más vuelven al barro vertical de las Fisher Tower, en donde consiguen escalar una vía en cada una de las 3 torres; casi las 3 más difíciles de cada una.

David Palmada, Pelut, tras un plan fallido de pasar el verano en Yosemite, decide dejarse arrastrar junto a su amigo Samba por los cantos de sirena del desierto, y una vez más vuelven al barro vertical de las Fisher Tower, en donde consiguen escalar una vía en cada una de las 3 torres; casi las 3 más difíciles de cada una.

Es difícil imaginarse el enorme trabajo que supone encadenar 3 vías de artificial extremo sobre barro como éstas; cuánto esfuerzo, cuánta precariedad...un proyecto lisérgico iluminado por la luz sobrenatural del desierto con el cerebro y el cuerpo abrasado por el sol sin piedad y los 40º de temperatura.

No es la primera vez que David visita las Torres, en donde es de los pocos que ha conseguido abrir. Como él dice, “Un hechizo que perdura y perdurará en mi mente por el resto de la vida que me quede. Y es que puedo asegurar que detrás de esa apariencia tenebrosa, espeluznante y mística que aparentan las torres, se esconde un paraíso de sensaciones y placer incalculable.”

¡¡Estoy preocupado!! Esto no es normal. Necesito saber con carácter de urgencia qué es esta enfermedad que me persigue, me atrapa y obsesiona llegando a límites de lo masoquista y lo extrasensorial.

¿Por qué? ¿Por qué mi cabeza siente la llamada de las Torres cuando estas vacaciones...tenían que ser una escalada placentera en la mejor roca del mundo?

Creo que un extraño hechizo se apoderó de mi la primera vez que escalé las torres. Un hechizo que perdura y perdurará en mi mente por el resto de la vida que me quede. Y es que puedo asegurar que detrás de esa apariencia tenebrosa, espeluznante y mística que aparentan las torres, se esconde un paraíso de sensaciones y placer incalculable. Y además, en agosto el sol y las altas temperaturas ayudan a dar ese toque alucinógeno y mágico al ambiente. Así que antes de ir al médico intentaré explicar el por qué de esta atracción por el mundo del barro.

EL ENCANTO DEL INFIERNO

Todos sabemos que el ser humano se mueve por motivación y proyectos absurdos solo para alimentar el ego personal y para luego poder alardear y compartir fotos con los colegas y revistas especializadas. Y cada día más todo el mundo quiere hacer algo aún más duro, rápido e impresionante que el otro.

No diré que a mi todo esto no me motiva, pero escalar en las torres va más allá, es una sensación que necesito sentir, una sensación que me llena de energía y vitalidad, que me da luz y energía salida del mismo averno...y no será porque el sitio sea el paraíso, al contrario: en verano es un infierno. Y creo que aquí radica su encanto.

Intentar explicar las sensaciones que uno siente en las torres es muy difícil, ya que por más que escriba no puedo acercaros el aire desierto que acaricia tu cuerpo al mismo tiempo que te quema y te seca la garganta, ese olor a tierra mezclado con sudor, todo impregnado por el olor dulzón de un árbol de la zona.

Pero las sensaciones más intensas siempre vienen de noche cuando el sonajero (el sol) se va para descansar hasta el día siguiente. Es en ese punto cuando el aire se para y todo parece entrar en una calma absoluta, ese es el momento de una ducha refrescante bajo nuestro árbol y momento garimba (cerveza fría). Ese instante sentado encima de la mesa, en calzoncillos y mirando el horizonte no se puede pagar con dinero ni explicar con palabras (todo esto después de un duro e intenso día de escalada).

Las Fisher Towers, un paraíso tan cercano a la civilización y tan lejano al mismo tiempo: en 40 minutos puedes estar comiéndote unas costillas a la barbacoa y bebiéndote una cerveza viendo el bullicio en la calle, esos moteros con la cinta en el pelo y sin casco y esas enormes rancheras de 8 cilindros en “V”, paseando por la avenida central de Moab, o puedes estar tranquilamente cocinándote una enorme chuleta de ternera en el fueguecillo de las Torres. Tú decides: el equilibrio existe pero solo tu puedes buscarlo.

“LAS MEJORES AVENTURAS SURGEN SIN BUSCARLAS”

Esta vez el equilibrio ha sido más bien un “desequilibrio mental” a la hora de plantear la actividad, pero como siempre, las mejores aventuras surgen sin buscarlas. La historia es muy sencilla, este año tocaba Yosemite a fondo. Varias escaladas por el Capitán, proyectos interesantes, vamos a disfrutar al máximo, nos vamos 3, es una cordada perfecta para disfrutar de largas vías de big wall, te repartes el trabajo y las largas esperas de las reuniones lo hacen todo más ameno.

Así que salimos con Xavi y Samba desde Barcelona dirección California. Para Samba todo es nuevo, es su primer viaje a USA y todo son emociones e inquietudes. Para Xavi y para mi no es nuevo ya que hemos escalado en el valle varios años, pero sigue siendo igual de emocionante.

Pero las cosas no siempre salen como uno planifica, a veces salen mejor o peor. No voy a ser negativo ya que dentro de la desgracia siempre hay que buscar la parte positiva... ¿pero qué parte positiva hay cuando tu colega en el primer largo de la primera vía que intentamos se machaca un dedo de la mano? pues la verdad que no lo se…

En ese momento un silencio nos envuelve….seguido de “escalad ustedes que yo les espero en el valle”. ¡¡Qué que mala suerte que mi amigo Samba se lesione el primer día, después de toda la ilusión y los proyectos que tenemos pensados!!

Seguimos deliberando que hacer ,y decidimos seguir Xavi y yo solos. Pero escalando el tercer largo algo dentro de mi no esta bien, me siento mal, mal por dos razones: una, por estar escalando sin mi amigo, y otra, por no tener la motivación para seguir hacia arriba con Xavi. Me siento atrapado en dos mundos, creo que no es justo, hemos venido a disfrutar los 3 ¿¿¿y escalamos 2??? No. Así que empezamos a barajar otras posibilidades. A Samba parece dolerle cada día un poco menos el dedo (o al menos eso dice), así que pasados unos días escalamos una vía clásica del valle los tres juntos, una buena dosis de motivación para todos.

Pero el objetivo que nos habíamos marcado en el valle se estaba esfumando. Así que surge la idea de ir de turismo para Utah. Xavi y yo ya lo hemos visitado todo, pero Samba no. Nos motiva la idea de Utah, escalar vías clásicas en las torres, vías de escalada libre sin el uso del martillo, cosa que Samba agradece. Pero a Xavi la idea no le termina de convencer la idea, el lleva un año trabajando en América y esta cansado de tanto calor (el sabe realmente el que cae en Utah), cosa que Samba aun ignora...así que en este punto del viaje decidimos separarnos: Sambita el canario loco y yo nos vamos de turismo activo a Utah, las Vegas, la ciudad que nunca duerme, el sueño americano y bla,bla,bla…



FISHER TOWERS

Repentinamente mi cabeza se empieza a estremecer, y la llamada de las torres empieza a retumbar en mi cabeza, al igual que Frodo Bolsón con el anillo, una fuerza incontrolable me llama, empiezo poco a pocoa soltar le la idea de escalar en las Fishers a Samba, y me dice que no puede macear, que le duele la mano...conforme nos vamos acercando a Utah (son 2 días de viaje desde Yosemite), una visión me nubla la vista: es la “King Fisher”, donde hay una de las mejores rutas de Utah, la “Death of american democracy”. Una ruta ultra dura, con poquísimas repeticiones.

El corazón me bombea rápido, tengo que motivar y convencer a mi compañero para que me acompañe. Pero...¿cómo se hace eso, pedir a un colega que te acompañe a un festival de precariedad y temperaturas de fusión cerebral y encima con una mano jodida? La verdad que ni yo mismo lo sé: lo único que mi colega me dijo una vez, después de ver una proyección mía de las Torres, fue: “viejito, ¡a mi no me lleves nunca allí!!” Así que el tema estaba complicado. Opte por no preguntárselo ni decírselo, pero la voz de las Torres seguía llamándome, cada vez con más fuerza. Delante de la King Fisher está la Cottontail Tower y a su lado la esbelta Eco Tower, la cual no había escalado, y al fondo se alza la impresionante y bella silueta del Titan, un viejo conocido para mi…

Todo este cóctel de barro y precariedad siempre va acompañado de su aperturista, y ese es Jim Beyer, un maestro de las Torres, un tío al cual admiro y respeto, tanto por su manera de actuar como de escalar. Así que si encima lees que ha dicho: “ I think the best aid routes in Utah are Death of american democracy & World’s End as far as quality & difficulty”, pues aún te motivas más. Lo único que te puede echar para atrás es leer: “several of the pitches are run out, thus the A4+ rating” o caídas potenciales de 70 pies (21m) y claro, eso asusta un poco.

NACE EL PROYECTO: THREE TOWERS IN THE SUMMER

De repente el proyecto quedó claro en mi cabeza. Pero cuando miro el calendario me doy cuenta que si queremos llevarlo a cabo tendriamos que apretar a muerte, pues los días de vacaciones se acaban rápidamente. La idea me parece genial: ¡haremos una vía en cada Torre! le suelto a Samba. Se le endulzo: con la calma, nos compraremos una neverita, cervecitas, buena comida y disfrutaremos de largos de artificial de ensueño, si en algún largo te duele mucho la mano ya lo desmontare yo...pero no deja de mirarme por encima de las gafas de sol...si no recuerdo mal ni tan siquiera contestó. Sabia perfectamente que no iba a cambiar mi decisión del proyecto pues me conoce bien. Vio la mirada de posesión infernal en mis ojos. Hay cosas que no se pueden ocultar.

Aquí en este punto es donde comienza nuestro improvisado proyecto de “Tres torres en verano”. Como estamos en el yanqui le llamamos “Three Towers in the summer Project”, y cada vez que lo decimos nos excita más. Así que a partir de ahora ya no daremos tregua ni descanso al cuerpo hasta finalizar (si es posible) nuestro proyecto.

Después de las compras reglamentarias de abastecimiento en el pueblo de Moab (sobre todo litros y litros de agua y algún que otro de cerveza) nos dirigimos a nuestro primer objetiv, la “King Fisher”. El orden elegido no viene dado por la dificultad de la vía, si no por su ubicación, es la primera que te encuentras. “Death of American Democracy”, un rutón durísimo donde el primer largo ya te deja las cosas claras para que veas del palo que va a ir toda la escalada.



DEATH OF AMERICAN DEMOCRACY

Más motivado que nunca, empiezo a darle al primer largo, una mini fisurilla toda de peckers ya te pone el cuerpo fino, pues si fallas en algún emplazamiento te espera el suelo. cuando ya has ganado metros y empiezas a estar cómodo otra gran sorpresa te aguarda: una gigantesca laja espanding. ¿quÉ haces delante de un festival tan interesante? me tomo mí tiempo y estudio los puntos de rotura, pero no quiero tardar mucho porque me pongo tenso, así que tiro de psicología barata y pienso: si el que ha subido por aquí no la ha tirado tampoco la tirare yo. Poco a poco ya me encuentro cabalgando en la enorme laja, cada golpe de martillo retumba en las Torres y en mi cerebro.

Suave, casi acariciando los clavos voy emplazando cada pieza del puzzle, solo un chirriar de la laja y la caída del pitón inferior me hacen dar cuenta que estoy rozando su limite de expansión. En ese preciso momento se me encharcan los ojos en sangre y una enorme sonrisa sale de dentro de mi: esas son las sensaciones que vengo buscando, difíciles de explicar. ¡Sé que no voy a caer! ¡Lo sé! lo tengo claro aunque todo indique lo contrario. Toda la rabia y las dudas se concentran en cada golpe de martillo clinc clonc clinc clonc y sin darme cuenta me encuentro en una zona un poco más segura. Brutal. Acabamos de empezar y ya he soltado una cantidad de adrenalina para llenar de nuevo mi seco camel back.

Este tipo de vías realmente son para gente fanática y amantes del bricolaje, pues la media para resolver estos largos iba de las 4 a las 7 horas….y recordar que 7 horas currando son 7 horas que el colega aguanta la solana y toda la mierda que tu tiras de arriba en la reunión. Realmente toda una dura prueba a la resistencia y paciencia de tu compañero.

Todos los largos de la vía son buenos. Alguno se puede hacer un poco pesado pero eso es debido a la acumulación de cansancio y horas de sol en la cabeza. Hay un aliciente más: cuando terminas un largo de estas características siempre esta bien ese tiempo de relax que tienes en la reunión mientras tu compañero hace el siguiente largo, aquí no era así, ya que mi compañero bastante hizo con desmontar los largos y acompañarme con el dedo de la mano como lo tenia, como para encima escalar de primero.

Pero yo soy muy bueno motivando a los colegas (jajajaja) y al menos conseguí que Samba escalara de primero el primer largo de la siguiente torre, la Eco Tower, aquí Samba tuvo una experiencia religiosa, creyó levitar entre el barro, pero primero acabemos de ver como disfrutamos de la cima de la King. En esta torre tenia una espinita clavada, ya que cuando abrimos con Ester la vía Hot-parad-ice no nos quedamos a dormir en la cima y eso me quedo pendiente. Es una cima sencillamente especial, así que después de fijar los dos primeros largos decidimos mandar un ataque a muerte hasta la cumbre, llevándonos con nosotros un hornillo, un par de liofilizados y los sacos de dormir para según nuestros cálculos salir de noche y vivaquear en la cima.

Pero pocas veces los planes salen como tu quieres, y el ataque a cumbre duró 36 horas non stop, y lo que tenia que ser un vivac romántico en la cima se convirtió en una carrera a contra reloj para que no nos pillara el sol (que nos pilló), ya que íbamos sin agua. Una sensación de destrucción recorría nuestros cuerpos, y para no decir que subimos los sacos en balde echamos esa tan deseada micro siesta de 30 minutitos en la cima de la King, lo justo para poder aclarar un poco nuestras mentes antes de iniciar los rápeles de bajada. Estas escaladas así de extremas llevando el cuerpo y la mente al límite son las que sin duda dejan una marca más profunda, al menos en nosotros.

ECO TOWER

Con la King Fisher tachada de nuestra lista ya solo no quedaban 2 torres. Estábamos tan destrozados que decidimos pasar el resto del día preparando todo lo necesario para la segunda torre en Moab, y aprovechando para echarnos un bañito en la piscina del pueblo.

Por la tarde estábamos de nuevo porteando a la Eco Tower, allí nos esperaba la Run Amok. Una preciosa línea de fisuras que termina en una aguja de ensueño, esa a la que todo el mundo le gustaría subir y hacerse un selfie para vacilar con los colegas.

En el primer largo de la Run Amok Samba experimentó la escalada en tierra. Con toda la calma y el silencio del lugar pudo experimentar lo que se siente al clavar clavos en arena pura e incluso pudo sentir la sensación de pánico cuando uno de los pitones de los que estaba colgado se le arrancó. ¡Sí sí, sí!! Momentos intensos grabados a fuego en nuestras cabezas. Escalada rápida y disfrutona en la primera parte de la torre con un largo de travesía que nos regala unas bonitas fotos...pero como siempre las cosas se complican...la parte de arriba nos lo pone chungo...

Seguimos sumando cansancio y destrucción, pero esta vez jugamos nuestras cartas correctamente, así que a dos largos de la cima hay una repisita en la cual nos curramos un vivac a pelo para reponer fuerzas y así a las 5 de la mañana retomar el camino a la cumbre. Un gran acierto que nos hizo disfrutar de una excelente cima y una muy buena sesión de postureo, selfies y demás fotos macarras, mientras el sol empezaba a asomar el hocico por detrás de las torres. Momentos de enorme satisfacción al ver que con tozudez y constancia vamos logrando superar el objetivo que nos hemos marcado.

Pero la mirada de Samba se centraba en el Titan. Me decía que es la torre que más le impresionaba, mucho miedo y respeto a la vez, y no es para menos: esa mole gigantesca de arenilla y barro es capaz de impresionar al más valiente. Palabras de relax y buen rollo, son las que tengo para Samba, diciéndole que no deja de ser una torre más (pero tanto él como yo sabemos que la ultima vía es la más dura), esa que cuando has leído la topo siempre se te clavan unas frases a fuego en tu cabeza: “largas caídas, 20 rurps en la apertura, largos tramos de emplazamientos delicados,….” y eso te produce una angustia y una presión que no hace otra cosa que producir dudas, ¿¿y si me caigo?? y si me hago daño?? cómo bajamos?? ¿¿quién vendrá?? ¡¡nadie!!...estamos solos en esto.

Un cóctel de sensaciones que es difícil de hacer desaparecer. Por eso yo intento leer poco, me gusta más leer cuando he terminado la escalada y a veces te das cuenta que tus fantasmas no están en ese largo que pinta tan duro, sino que tu lo has encontrado en ese que decían que era tan fácil, Eso es una de las cosas que más me gusta de la escalada artificial: que todos subimos por el mismo sitio, pero nadie sube igual que el anterior, y cada uno sube su propia bolsita de miedo que reparte donde mejor le convenga.

LLEGA EL FIN DEL MUNDO

Así que después de toda esa reflexión espiritual ya estamos escalando el primer largo de la World’s end y, para escalar el primer largo, ya que es la ultima torre, nos hemos vestido acorde para la ocasión: una camisa de gala de 15 dólares y de lo más hortera y macarra nos sirve para poner un poco de risas y relax ante tanta tensión.

En nuestro última torre la estrategia es muy clara: fijamos un largo y nos vamos con la hamaca para arriba para no perder más tiempo, pues la cuenta atrás ha empezado, tenemos el tiempo justo, ya que el día 27 tenemos el avión y hoy ya es día 24….así que nos toca apretar a muerte. El inconveniente es el gran volumen de agua que llevamos, no queremos bajar secos, y todo este petateo extra nos va ralentizando.

Escalo el segundo largo, intenso y duro, llego reventadísimo a la reunión completamente colgada, estoy fatal. Samba va desmontando el largo, normalmente siempre tarda la mitad que yo, si yo tardaba 4, él 2. En el segundo largo tardé 6 o 6,5 horas, así que tenía tiempo de sobras. Me anticipo y mientras Samba desmonta yo monto la hamaca y preparo todo. La noche nos atrapa en R2.

Lo normal y lo que mi cuerpo necesitaba era descansar y dormir, pero no podía ser y lo sabíamos, así que con los frontales a fuego y 4 gominolas de cafeína empiezo en la inmensa oscuridad y silencio de las torres una precaria danza en el largo más duro de la vía; al menos la noche disimulaba la exposición del largo. Poco a poco voy cogiendo ritmo y lo que empezó siendo un largo de tensión se ha convertido en un largo de disfrute, quizás uno de los largos que resolví más rápido, Samba tuvo una grata sorpresa cuando escuchó ¡“Reunión!” y su respuesta fue (como siempre) “Toooaaa la vidaaa viejiiiito”. Siempre me hacia reír escuchar su voz gritando eso, ¡¡al menos quería decir que no se había tirado de la hamaca en las largas esperas en las reuniones!!

Así que una de las peores partes estaba resuelta. A dormir que al día siguiente había que terminar los dos largos de la vía para dormir en la repisita y al día siguiente poder hacer cumbre. Lo malo de dormir es que enfrías el cuerpo y por la mañana te levantas rotísimo y el tiempo mínimo para despertarte, desayunar, recoger todo y empezar a escalar va de 2 a 3 horas casi siempre. ¡Ojalá inventen una pastilla para no dormir en una semana, seria brutal!

Seguimos dándole, la progresión va mermando, lenta y agónica, estoy realmente cansado y el sol no da tregua castigándome como nunca, hasta tal punto que calienta el agua del camel back a una temperatura inbebible. Cada vez que me desespero, respiro hondo y me hago autoterapia: “tranqui tío”, “poc a poc”, “primero uno y después otro y sino terminamos hoy terminamos mañana”. Tiro de barritas y geles energéticos y continuo escalando. En estas vías cuesta ver las reuniones, no sabes nunca donde están, así que cuando por sorpresa ves alguna que asoma la cabecita es como un chute de adrenalina que te hace pasar de ir a ritmo “zombie” a ultramegamotivarte e ir a por todas.

Así que por fin, después de la hostia de horas escalando y completamente fulminado, nos encontramos sentaditos en la repisilla donde termina nuestra vía. En este punto solo nos quedan los 2 últimos largos de la “sundevil chimeney”para llegar a la cima del Titan. Estamos tan fundidos que no hablamos mucho, una barrita, un trago de Coca-cola a 40 grados y a descansar un ratito hasta las 5 de la mañana. Yo me duermo en 0,3 segundos, ni en el mejor hotel del mundo, allí tirados, llenos de arena, sin saco, sintiendo el aire caliente que te hace de manta...¡Bua! ¡Increíble!!

5:00AM. El incinerador ya está empezando a iluminar el cielo, nos activamos todo nerviosos, hoy es un día clave, tenemos que hacer cumbre, bajar, desportear todo el material y conducir 1600km para llegar a San Francisco ¡un día fantástico!!

Yo tengo clarísimo que si escalo para cumbre bajaremos por la tarde y todo se retrasara. Samba muy suavemente me insinúa....”Viejito, yo no digo nà, pero la vía ya esta hecha....” y se hace un silencio, yo ya lo sabía y aunque he dicho siempre que a mi las cimas no me importan, si no que lo que busco yo es la calidad de las líneas escaladas, esta vez si que me importaba, por 3 razones: una porque cuando escalé “Sundevil chimeney” la primera vez no hice esos largos; dos: porque el objetivo marcado no eran 3 vías, sino 3 torres; y tres: porque no podría perdonarme nunca no haberle mostrado un sitio tan mágico como es la cima del Titan a mi compañero y amigo Samba. Y sé que él lo quería.

Así pues sin vacilar y con pocas ganas,la verdad, le doy al penúltimo largo, el Titan nos quiere poner a prueba y ver que precio estamos dispuestos a pagar para poder acariciarle la cabeza. El último largo me lo puso muy chungo: me embarco y termino escalando una fisura de barro medio en libre que no me ostié de milagro, llegando a puntos de crispación y gritos.

Pero por fin estoy en la última reunión. De aquí un largo bonito y corto nos lleva hasta la tan ansiada cima del Titan. Momentos de reflexión. Miras a tu alrededor y ves que todas las otras torres están por debajo del Titan, como rindiéndole homenaje. Esa sensación te recarga toda la energía desgastada en el ascenso.



VIENTO HURACANADO

Pero basta ya de romanticismo. Como ya sabíamos, es tarde, así que la contrarreloj está en marcha. Con calma y tranquilidad vamos rapelando por la “Sundevil Chimeney” y cuando estamos a un rápel del suelo (unos 90m) de repente, sin ningún tipo de aviso empieza a soplar un aire huracanado que nos quiere arrancar de la pared. Increíble, no lo había visto nunca, normalmente esto avisa un poco, pero aquí empezó a soplar de 0 a 100 en un micro segundo.

Momentos de estrés total, sin poder oírnos, Samba azotado en la reunión y yo a medio rapel columpiándome y ostiandome contra la pared mientras las cuerdas se perdían en el horizonte. Tuve un momento de pánico, me veía volando en mitad de la nada. Aproveché una pequeña tregua para presionar la palanca de mi Stop a fondo, y que fuera lo que Dios quisiera.

¿Resultado?: la mitad de los pelos enganchados, una quemadura en un brazo y un revolcén en el suelo...¡pero por fin estaba abajo! Ahora solo quedaba Samba y lo petates.

Estos momentos de estrés son difíciles de entender por escrito; por eso, entre ráfagas y gritos saqué mi cámara de video para inmortalizar la furia con la que nos despidió el Titan.

Creo que fue una manera de decirnos: “¡aunque me hayáis escalado, aquí continuo mandando yo!”

Así que en este punto y con la vía “World's End” acabada se nos termina todo: el miedo, las vacaciones y nuestro pequeño proyecto de 3 torres en verano.

CONTRARRELOJ

El retorno a California no tiene más secreto que Gas, Gas y más Gas a contrarreloj y tal y como bajamos de las torres después de 12 días de batalla montamos en nuestra furgoneta para salir con ritmo frenético a por el avión. Por la noche comentábamos Samba y yo que todo había sido brutal. Solo nos habría faltado el último vivac en las torres, con la calma saboreando una buena cerveza y un buen trozo de carne, pero no pudo ser...

Pero ya digo yo que la tierra de las Fisher te ciega los ojos y te nubla la mente: grata sorpresa cuando al revisar los billetes no era el 27 el vuelo ¡¡¡sino el 28!!! El 27 tenemos una reserva en un hotelito cerca del aeropuerto para poder rehacernos un poco como personas. ¡Jajajaja! Estallamos en risas, ¡ahora si! Ahora no hay excusa un día de margen, parada obligada, tour en Las Vegas....¡¡y recordad que lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas!!

Gracias a todos aquellos y aquellas que con vuestra paciencia, ayuda y mensajes de animo, hacéis que los lugares más remotos del planeta no sean ni tan lejanos ni tan remotos. Si cuando has leído esto has sentido cosquillas en el estómago, tu eres uno de esos; sin no, espero que al menos hayas disfrutado leyéndolo.



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Comentarios

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2 comentarios

2. pedrizero en A0 - 23 Nov 2015, 18:24
la roca en Utah es mas blanda que en Yosemite, eso permite moldearla mejor,por mucho que borreis los comentarios, es asi....

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1. Edu MBetolaza - 22 Nov 2015, 16:34
Uau!!! Samba y compañeros, agüita!!! Enhorabuena. Gracias por traer este pedazo reportaje y hacer que nos traslademos.

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